- Templo de Brahma Vihara Arama. Aguas termales de Banjar. Arrozales de Jatiluwih. Batukaru. Tanah Lot. Garden Ciew Legian Cottages. Qué ver y hacer en Kuta y Legian. Goa Lawah. Kerta Gosa. Besakih.
Las termas están formadas por tres estanques en formas de terraza, siendo el superior en el que con mas temperatura fluye el agua. Fui el único que no pude resistirme en darme un relajante baño, el agua aún saliendo directamente del manantial, estaba un poco turbia, ya que contenía muchas sales y su sabor recordaba el hierro. Desde aquí regresamos al hotel de Lovina.
Es impresionante ver las terrazas de los arrozales y como aprovechan el agua para que siempre permanezcan encharcados. Mientras mi familia descansaba, tomé la cámara de fotos y me adentré por las pequeñas sendas que utilizan los campesinos, allí pude realizar preciosas fotos con personajes auténticos, incluso me detuve para fotografiar la construcción de una típica cabaña donde guardan los bueyes para trabajar las tierras. Mejor que las palabras son las fotos.
Para reponer fuerzas de la caminata, comimos en el Restaurante Mahagiri con una vista panorámica a los arrozales. Terminada la comida, nos dirigimos a visitar el Templo de Batukaru que está muy próximo.
El Templo de Batukaru es uno de los seis templos mas respetados por los balineses, aquí se venera a Sang Hyang Tumuwuh, el dios que manda cuidar los tres elementos: Agua, aire y plantas, curiosamente los que ahora están tan de moda con el calentamiento global. Las mujeres con la menstruación o los niños a los que les está naciendo los dientes, no pueden acceder a él. El templo tiene forma de pagodas. Para entrar a este templo,debes hacerlo de largo o alquilar en la puerta un “sarong”, prenda que recuerda a un pareo ceñido con una cinta.
Desde aquí, tomamos la carretera hacia el Sur, con la intención de detenernos en Penatahan, donde quería presenciar una pelea de gallos, muy popular entre los nativos. Junto a la entrada del templo, encontramos un grupo numeroso de hombres que estaban atando cuchillas a los espolones de los gallos, al rato, fueron presentados a los asistentes y comenzaron las apuestas, yo mismo aposté.
Cuando se habían cerrado las apuestas, soltaron los gallos y sorprendentemente en apenas un minuto, ya estaba el el gallo opositor desangrándose en el suelo, perdí los escasos 10.000 Rps (1 euro) que había apostado. Lo mas anecdótico, es que mi hija que había entrado en el recinto conmigo y Wayan, un joven se acercó hablar conmigo, como no le entendía, pedí a Wayan que me tradujese, cuando lo hizo no pude contener la risa, preguntaba: "¿Puedo casarme con su hija?". Pensé que estaba mal del bolet, pero parece ser que en las zonas rurales, suelen hacer hacer este tipo de proposiciones matrimoniales. Las peleas de los gallos, muy populares, se realizan para recoger fondos para el templo.
Terminada la pelea proseguimos nuestro camino para contemplar el mas bonito atardecer de Bali.
El Templo de Tanah Lot se construyó en el siglo XV y ha sido restaurado recientemente con financiación japonesa.
Para entrar en la zona del templo se debe pagar 3.300 Rps. y cruzar una senda de tiendas hasta llegar al acantilado, después un camino te permite bajar, y si la marea no esta alta, llegar hasta el templo, curiosamente en su base nace una fuente de agua dulce donde la gente hace cola para purificarse con la ayuda de varios sacerdotes a cambio de una limosna, éstos visten de blanco con un pañuelo en la cabeza.
El mejor lugar, para presenciar el atardecer, es la zona de restaurantes que están en el borde del mismo acantilado, la silueta del templo sobrepuesta en los colores amarillo y rojizos del crepúsculo, es una imagen inolvidable que perdurará para siempre.
Ya anochecido, como cientos de turistas, regresamos a Kuta que se encuentra a escasos 25 kms. para hospedarnos en el hotel Garden View Legian.
En sus alrededores, encuentras las mas variadas tiendas y restaurantes de todo tipo, al lado mismo, saliendo a la derecha, se encuentra el restaurante Warung Yogya de comida típica indonesia, donde que puedes degustar platos servidos con limpieza y grandes proporciones, como el típico Nasi goreng o el Godo-godo por tan solo 17.000 Rps (1,5 euros) o tomarte una bebida o zumo natural por 6.000 Rps. y un té, la mitad: 3.000 Rps. (20 céntimos de euro), nosotros comimos los tres por tan solo 95.000 Rps. (8 euros). No era mucho mas caro comer en el restaurante del hotel, habitualmente lo hacíamos por 130.000 euros los tres, eso si, sin pedir cerveza que costaba 30.000 Rps. cada una.
Este hotel, tiene forma rectangular con un camino central con casitas (villas) a los lados, las mas modernas son las que están a partir de la piscina, recomiendo contratar las de Lujo que cuestan unos 6 euros mas por noche, pero vale la pena, a nosotros nos dieron la penúltima del fondo a la izquierda y estuvimos encantados, tenía una amplia habitación donde cabían una cama de matrimonio y otra supletoria, junto a un baño con bañera y repisa de mármol, la casita tenía un pequeño porche para tomar el fresco.
A la entrada del hotel se encuentra las áreas comunes de recepción y restaurante, donde te sirven el desayuno que es suficiente pero repetitivo, aquí puedes comer o cenar a buen precio, no necesitas salir fuera. Hay Wifi en la parte delantera llegando la cobertura hasta la piscina.
Dispone de una aceptable piscina, siempre muy limpia, con un bar de barra húmeda, para tomar sin salir de la piscina, cócteles, bebidas alcohólicas o zumos. El personal es muy amable y servicial, como Dedek, la camarera que nos servía en el restaurante siempre con una sonrisa en los labios. Todo se encuentra muy limpio, incluso cambiaban las sábanas y toallas diariamente, si vuelvo otra vez a Bali, no me importaría alojarme nuevamente aquí. Por su excelente relación precio=servicios y su situación, lo recomiendo.
Por la tarde, después de comer, nos adentramos en la ciudad, precisamente en las calles de los alrededores del hotel es donde mas establecimientos hay para los turistas, cantidad de restaurantes, tiendas y casas de masajes, así que comenzamos a comparar y negociar el precio, aquí todo se regatea por muy insignificante que sea el objeto a comprar, lo que te piden al principio terminas adquiriéndolo por menos de la mitad, siempre que no te traicione tu mujer y se ponga de la otra parte ¡como hace mi mujer cuando le da lástima el vendedor o es un niño que nos lo ofrece !
Al día siguiente volvimos a contratar los servicios de Wayan Adi, para terminar de ver los lugares mas importantes de la isla. Nos recogió en la puerta del hotel y partimos hacia el Sudeste de la Isla.
El templo está construido a la entrada de una cueva donde cuelgan miles de murciélagos, animal sagrado, pero al estar en plena celebración, nosotros no pasamos del atrio, tampoco le hacía mucha gracia a mi mujer e hija, la presencia de estos animalitos totalmente inofensivos. Aquí se celebran muchos ritos relacionados con la muerte.
Desde allí partimos hacia Klunckung donde se encuentra el Tribunal de Justicia de Kerta Gosa, esta ciudad durante siglos fue la sede de la Corte Suprema de Bali, hasta que los cañones de los holandeses destruyó parte de los edificios quedando únicamente dos pabellones, entre ellos uno de singular belleza donde aparece todo su techo pintado de miles de escenas de la vida cotidiana o castigos para los pecados mas habituales
El otro edificio que perdura es el palacio flotante de Bale Kambang, rodeado por un estanque, todo un ejemplo de arquitectura local. A este lugar acuden muchos novios a realizar su reportaje de fotos, nosotros mismos tuvimos la oportunidad de fotografiar a una pareja que amablemente se prestó y quedamos asombrados por la suntuosidad de sus trajes y el maquillaje que llevaban, incluido el novio.
Este santuario, ha sido varias veces afectados por los terremotos que han destruido parte de edificios, pero curiosamente, en la erupción del volcán en 1963, milagrosamente no le afectó.
Para visitarlo se debe pagar una entrada (15.000 Rps.) y ponerse el típico pareo, pero no es necesario pagar a un guía, a nosotros se unió uno e insistía que era obligatorio, por supuesto no recibió ni una rupia el espontáneo guía, Wayan ya nos lo había advertido de este hecho y no picamos.
Al anochecer volvíamos al hotel.
Estas masajistas son unas buenas profesionales que te masajean con aceite aromatizado todo el cuerpo, empezando desde el cuello hasta los pies, consiguiendo una relajación total que te cuesta no dormirte, mientras te dejas mimar por esas manos expertas. Según los especialistas, “el masaje balinés se aplica por todo el cuerpo con una presión medio/alta que favorece la relajación y disuelve los tejidos profundos”, nada tiene que ver con otros masajes, como el que recibí en Cairs (Australia) de un supuesto tailandés que se puso sobre mi, me hincaba los codos y golpeaba sin piedad, la relajación llegó cuando dejó de molerme a palos, ¡vamos, pagar para que te den una soberana paliza!
La verdad es, que con el masaje balinés, te quedas nuevo y relajado, compensa ampliamente los miserables 4 o 5 euros que pagas. Después descubrimos, que una de las masajistas trabajaba en el Spa de nuestro hotel.
El tiempo pasó rápidamente y cuando quisimos darnos cuenta, ya estábamos en el avión de regreso a casa, recordando estos lugares paradisiacos, esas gentes siempre sonrientes y todas las maravillosas experiencias que habíamos vivido, que luego difícilmente se olvidan, aunque relates el viaje unos meses después.