- Viaje a Perú por libre. Carácter de los peruanos. Cómo moverse en Lima. Taxis en Lima. Seguridad en Lima. Qué ver o visitar en Lima.
Plaza de Armas, Lima
Viajar al Machu Picchu es un trofeo mayor que todo viajero desea conseguir, nosotros hacía años que lo perseguíamos, pero siempre lo postergaron los altos precios de los viajes organizados a Perú y mi propensión a los vértigos. Afortunadamente el mal de altura no me afectó, y en cuanto a lo primero, organizamos el viaje por nuestra cuenta, por lo que nos costó una tercera parte, con idéntico itinerario propuesto por una agencia de viajes, el truco está en encontrar un vuelo a buen precio, 506 euros ida/vuelta con American Airlines, contratar por tu cuenta los hoteles, utilizar los medios de trasportes locales - los hay de todo tipo - y hacerlo en temporada baja, noviembre es justo cuando empieza allí, con lo que eludimos la temporada de lluvias y nos aseguramos plazas disponibles en todo, a buen precio.
Interior del Airbus A330 de Iberia
Salida hacia Perú con escala en Miami
Preparado el viaje unos meses antes, con los billetes sacados con bastante antelación para que resultasen económicos, partimos muy puntuales del Aeropuerto de Barajas (Madrid) a las 10:55 h.
Aunque volábamos con American Airlines, el vuelo hasta Miami lo hicimos en código compartido con Iberia en un Airbus 330-300, renovado y con pantallas individuales, la verdad que el trato ha mejorado mucho en Iberia y el avión era muy cómodo. Aunque en este primer tramo no pudimos reservar previamente los asientos de forma gratuita, como si era posible para el resto de los vuelos del viaje, en el momento de salir lo solicitamos en el mostrador de facturación y amablemente nos colocaron juntos a los tres.
El avión tenia una configuración de asientos 2-4-2. A la hora de haber despegado, nos sirvieron una comida, a elegir el plato principal entre guiso de pollo o pasta, ensalada de atún, tarta de chocolate y café o té. Para beber tomé un excelente vino blanco, durante el resto del viaje hasta la merienda a base de bocadillo, yogour y kit-kat, pasaron varias veces a ofrecer gratuitamente bebidas, incluso vino o cerveza si lo solicitabas.
Diez horas después, aterrizábamos en Miami. Al llegar, nos encontramos con la agradable sorpresa que ya no es necesario recoger el equipaje y volverlo a poner en la cinta “Intransit”, ahora llega directamente a destino, en nuestro caso, a Lima. Como en todas las escalas en Estados Unidos revisan a conciencia el equipaje, mi consejo es que compréis un
candado homologado TSA o dejar abiertas las maletas, ya que sino corréis el riesgo que os revienten las cerraduras y os pidan disculpas luego con un escrito dentro del equipaje.
Los trámites aduaneros también se han agilizado, ahora hay un gran número de máquinas parecidas a cajeros automáticos, donde siguiendo las instrucciones en tu idioma, te toman fotos de las huellas dactilares y rostro. Con un ticket que expenden, debes dirigirte a los agentes de la aduana donde comprueban que tienes el
visado ETA en vigor, válido por dos años. A nosotros nos tocó una agente que nos recibió cariñosamente en español “
Bienvenidos de la Madre Patria”, era puertoriqueña, pero son pocos los funcionarios que no sepan hablar español, Miami es conocida como "la pequeña Cuba".
Aprovechando que teníamos 8 horas de escala, nos decidimos a dar una vuelta por Miami Beach. La manera mas económica para trasladarnos del aeropuerto de Miami a la ciudad, es hacerlo en bus público. Para tomarlo, una vez pasado el control aduanero, se debe seguir los carteles “ MIA Mover “ y comprar un billete del Metrobus 150 en la máquina expendedora del interior del aeropuerto, cuesta 2,65 dólares, en el autobús debe ser con importe exacto. Enfrente de la terminal E de Llegadas está la salida, el bus lleva un letrero luminoso que pone “Miami Beach- 150 Airport Flyer”. Sale cada media hora desde la 6 de la mañana a las 12 de la noche. La duración del viaje es de 40 minutos, nos bajamos en la última parada en South Pointer.
El Park Central Hotel y paseando por la avenida de Ocean Driver de Miami
Desde aquí, ya completamente de noche, paseamos por la mítica
Avenida Ocean Driver donde se encuentra los edificios y palmeras iluminadas que conforman el
distrito de Art Deco. En toda la avenida hay un gran ambiente, cantidad de bares y restaurantes con terrazas, en las aceras que te ofrecen sus cartas, la música latina suena por doquier, mientras que por el asfalto circulan lujos coches descapotables o limusinas y los deportistas o patinadores corretean por la
Boardwalk, senda paralela a la playa. Es un lugar que te suena familiar, tal vez por haberlo visto en tantas películas.
A las 21 h., en la parada de Northbound, a la altura de la 15th St., tomamos el bus de regreso, con margen de dos horas para tener tiempo suficiente para realizar los farragosos trámites aduaneros, que luego apenas duraron 40 minutos, pero no era cuestión de arriesgarnos a perder el vuelo de conexión.
A las 12 de la noche salía nuestro vuelo 1496 de American Airlines con destino a Lima. El avión era un Boeing 757, con una configuración de dos hileras de tres asientos con un pasillo central.
Enseguida nos sirvieron una cena compuesta de un plato caliente de guisado de pollo con pasta, ensalada y un bollo. Como nos ha ocurrido en todos los vuelos de American, sirven y recogen rápidamente, quien es lento se queda con el bocado en la boca, pero en este caso lo agradecimos, ya que queríamos aprovechar el máximo de tiempo para dormir las 5:44 horas que duró el viaje hasta Lima.
Esta vez si que embarcamos el equipaje, queríamos estar libres para visitar Miami y dado que algunos lugares del recorrido en Perú exigía llevar prendas de abrigo que ocupan mucho lugar, resultaba imposible hacerlo únicamente con el equipaje de mano.
En Lima recogimos el equipaje, que llegó perfecto con sus candados puestos y nos dirigimos al hall de Llegadas. Ahí estaba esperándonos con un cartel Mauro Rodríguez (Tel. 511- 994 235 745), un taxista que habíamos contratado a través del hotel, ya que habíamos leído que era inseguro tomar un taxi de los que se ofrecen en el exterior. Resultó un señor responsable y campechano que luego volvimos a contratarlo para el regreso. El viaje nos costó 27 dólares desde el aeropuerto hasta el barrio de Miraflores, para el regreso mas barato, 20 $ USA.
Entender aquí
el tema de los taxis es complicado, ya que existen infinidad de compañías y cada una tiene sus propios colores, para unificar los distintivos, la alcaldía de Lima ha publicado
recientemente una normativa: Los taxis con autorización para recoger viajeros en paradas autorizadas, estaciones, aeropuertos deben ser blancos y en su defecto llevar una franja lateral con cuadradillos negros y blancos. El resto de taxistas independientes, deberán ser de color amarillo o con una franja de cuadradillos negros y amarillos, estos circulan por la ciudad sin paradas señalizadas. Esta norma que debería estar en rigor cuando llegamos nosotros, han sido recurrida por cooperativas con derechos adquiridos y no se cumple, siguen circulando cantidad de taxis ilegales que se aprovechan de los incautos turistas. Para distinguir un taxi legal de uno “informal” (
pirata), debes fijarte si lleva una pegatina blanca con una banda amarilla en la parte interior derecha del parabrisas, allí aparece un número de identificación y un chip que recoge la autorización como taxista.
Los taxis no llevan taxímetro, así que se debe negociar el trayecto. El coste del trayecto desde el aeropuerto de Jorge Chavez a Lima es de 45 a 65 soles, si no han venido expresamente a esperarte, que es mas caro por la espera que deben hacer.
Combi y muestra de la religiosidad innata de los peruanos
Si no traes mucho equipaje y no es hora apunta, puede tomar una
combi (furgoneta
) de la línea S que te lleva a Miraflores, son de las empresas Orion y Star, debes pedir al conductor que te dejen en el Parque Kennedy, únicamente valen 2 soles que se pagan al cobrador. Nosotros tomamos, el último día del viaje, una para ir del aeropuerto a Lima para aprovechar el tiempo de espera mientras hacíamos escala en Lima, fue toda una experiencia viajar apiñados entre limeños, aunque en la hora y media que duró el recorrido apenas entablamos conversación con algún vecino de asiento, el
carácter del peruano, especialmente si es amerindio, es muy tímido, poco comunicativo. En nuestro viaje descubrimos que son sencillos, acogedores y serviciales, prestos ayudarte siempre que la iniciativa parta de ti, no se inmiscuyen como tendemos hacer los españoles o argentinos. En la hostelería son lentos y parsimoniosos en atenderte y resolver los problemas. Son muy religiosos e integradores de sus antiguas creencias, porque aman fervientemente todas sus tradiciones.
Volviendo al tema, estos viajes colectivos son muy utilizados por los peruanos, hay muchas furgonetas (
combis) que se mueven por las ciudades y alrededores, en el exterior ponen con tiza el destino, llevan un conductor y un cobrador que distribuye la gente en su interior, en estas furgonetas de 9 plazas, en algunos momentos, llegamos a contar hasta 16 personas, incluido el conductor y cobrador que permanecía temerariamente, en el umbral de la puerta abierta, con todo el cuerpo fuera.
Lo que no es aconsejable es alquilar un vehículo, las carreteras son estrechísimas, sinuosas y los conductores no respetan las señales, hay tramos que las pequeñas “capillitas”, levantadas en memora de las victimas de los accidentes mortales, aparecen de forma continuada.
El trayecto en taxis desde el aeropuerto al hotel Las Palmas, duró 40 minutos.
Fachada del Hotel Las Palmas de Lima y habitación doble
El
Hotel Las Palmas es un hotel moderno muy bien situado, en el distrito de Miraflores, la zona mas segura y moderna de Lima. Junto al hotel se encuentran bancos con cajeros automáticos seguros, como el de Scotiabank, restaurantes de todo tipo, la estación del Metropolitano Ricardo Palma o supermercados como Wong. Desde el hotel andando se puede visitar el Parque Kennedy, el Parque del Amor, el centro comercial Larcomar o las ruinas preincas de Huaca Pucllana.
El hotel esta muy bien cuidado y dispone de 66 habitaciones con aire acondicionado, televisión, wifi gratis, baño con ducha y secador de pelo. La limpieza y servicio fue perfecto, lo que es una lástima que el desayuno incluido no lo sirvan antes de la 7:30 h. la mayoría de viajeros, como nos sucedió a nosotros, deben estar muy pronto en los aeropuertos y se pierden este servicio ya pagado. Por su situación, precio y servicio es excelente.
Realizamos el ingreso, dejamos el equipaje en la consigna del hotel, porque hasta las 12 no podían darnos ha habitación y salimos para recorrer la ciudad.
Plaza de Armas, Lima
Lima
Lima fue fundada por Francisco Pizarro el 18 de enero de 1535 con el nombre de Ciudad de los Reyes, por su proximidad a la festividad de los Reyes Magos, pero fue imponiéndose el nombre de Lima debido al toponimio en idioma quechua costeño del río Rimac, pronunciado “
limac”. La elección como capital se hizo por estar estratégicamente situada al abrigo de los piratas, junto al mar y tener un clima fresco y benigno, algo que no ofrecía Cusco la capital del imperio inca.
La nueva capital de estableció en valle del río Rimac rodeada del un árido desierto costero, de sus antiguos y pacíficos pobladores quedan ruinas de adobe como las de Huaca Pucllana. De su puerto El Callao salía la plata de las minas de Potosí y recibía los productos de España, el siglo XVII fue de gran esplendor para la ciudad.
Seguridad en el centro de Lima
Lima actualmente tiene cerca a 10 millones de habitantes, lo que representa una tercera parte de la población de todo Perú, es una ciudad limpia, centro político y financiero del país.
Su seguridad es relativamente buena comparada con otros países americanos, si exceptuamos barrios como
La Victoria, Surquillo, Ate, Callao y
S. Juan de Lurigancho, por otra parte, barrios sin ningún interés para los viajeros. Las zonas turísticas están permanentemente custodiadas por fuerzas policiales, la verdad que nos sentimos seguros en todo momento, incluso en nuestras salidas nocturnas. Esto es extensible para Arequipa y Puno, totalmente seguros, y Cusco, ya algo menos por la noche en algunas zonas.
Vista nocturna de la Plaza de Armas de Lima
Qué ver y cómo moverse en Lima
Con dos días es suficiente para ver lo mas relevante de la capital. Nosotros, dejadas las maletas, nos dirigimos a sacar dinero en uno de los cajeros de Scotianbank, situado en Av. José Larco 519, esta entidad bancaria no cobra comisión y el cambio es el oficial, tal como hemos podido constar ahora en nuestros cargos de la tarjeta.
Desde aquí nos fuimos a desayunar a la cercana Churrería Manolo, Av. José Larco 608, muy cerca del banco, el propietario es un español, y aunque los precios son parecidos a España, puedes tomar un excelente chocolate espeso, no al estilo peruano que es como leche chocolateada.
Desayunados, nos dirigimos a la estación Ricardo Palma del Metropolitano, allí compramos una tarjeta (4,5 soles) que la cargamos con 24 soles, es la mejor manera de moverse por lima.
El Metropolitano consta de una línea Toncal que hace de columna vertical a la que se le une otras líneas Alimentadoras. Es un sistema rápido, ya que son autobuses con un carril propio para salvar los atascos. Es barato (2 soles para línea Troncal, 1 para líneas Alimentadoras) y seguro, pero en horas puntas está abarrotado de gente. Los autobuses son modernos y dispone de paneles iluminados con información de las paradas. En toda Lima hay numerosos microbuses privados o colectivos (
combis) suelen ser viejos y destartalados, usados por los locales.
Otra alternativa ya citada, son los numerosos taxis (hasta 240.000 en Lima), muchos son ilegales, aunque baratos para los residentes, pueden resultar inseguros y caros para los turistas ya que no llevan taxímetro y se aprovechan del desconocimiento para pedir precios abusivos.
Calle Jr. de la Unión con balcones coloniales y estilo modernista
Bajamos en la estación Jr. de la Unión, una calle peatonal que nos llevaría hasta Plaza de Armas o Plaza Mayor.
Jirón de la Unión, es una calle peatonal llena de tiendas, restaurantes de comida rápida como el McDonal's o KFC, con preciosos balcones coloniales y casas de arquitectura modernista. A media calle se encuentra el
Convento de la Merced, un edificio con una impresionante fachada barroca y un interior mas sencillo, del que nos llamó la atención un altar ya dedicado al reciente santo Juan Pablo II.
Fachada del Convento de la Merced y su interior
Esta calle desemboca directamente a la
Plaza Mayor o
Plaza de Armas, el lugar mas emblemático de Lima, aquí se dan cita muchos limeños para sentarse en los bancos, conversar con sus amigos y ver pasar a los asombrados turistas contemplando los arquitectónico edificios del lugar como la Catedral de Lima, el Palacio Arzobispal, la Casa del Oidor, el Palacio de Gobierno, la Municipalidad Metropolitana, el Club la Unión o la fuente del centro de la plaza.
Catedral de Lima, Palacio arzobispal y Casa del Oidor al fondo
La
Catedral de Lima empezó a construirse en 1535 por expreso deseo del conquistador Francisco Pizarro, su fachada es de estilo renacentista y barroco. Su interior es bastante sobrio, consta de tres naves que coincide con las tres portadas exteriores. En su cripta se encuentra la tumba de Pizarro.
Colindando, compartiendo fachada, está el Palacio Arzobispal con una soberbia balconada estilo colonial, pero que no es original ya que la antigua fachada fue demolida a finales del s.XIX para ser alineada con la de la catedral. Frente al
Palacio Arzobispal tenemos la
Casa del Oidor, con la única balconada esquinera original de fábrica virreinal que queda en la Plaza Mayor.
Ante el Club de la Unión, Municipalidad Metropolitana y el Palacio de Gobierno
Otros impresionante edificios de la Plaza Mayor son la
Municipalidad Metropolitana, el
Club de la Unión y el inmenso Palacio del Gobierno.
El Palacio de Gobierno es también conocido como la Casa de Pizarro, ya que fue su residencia oficial, como lo fue en otros tiempos de los virreyes y lo es ahora del Presidente de Perú. Todos los días tiene lugar el cambio de Guardia a las 11:45 h., pero nosotros no lo pudimos ver, ya que había una manifestación y cortaron el acceso a la plaza, en las fotos, se puede apreciar las vallas de protección.
Fachada y claustro del Convento de Santo Domingo
Desde la Plaza Mayor, siguiendo la calle o jirón Conde Superunda, a escasos metros, se encuentra el
Convento de Santo Domingo. Este convento fue fundado en 1535, alojándose en su sala capitular la Universidad de San Marcos, la primera del Nuevo Mundo. Aquí vivió San Martín de Porres, conocido como “Fray Escoba” por ser un monje lego de la orden de los dominicos. Merece una visita su iglesia con un altar dedicado a S. Martín de Porres de mucha devoción popular, su museo, su claustro y su preciosa biblioteca de techos de madera trabajada, con unos fondos de mas de 25 volúmenes de gran valor bibliográfico.
Zona arqueológica de Huaca Pucllana, Lima
Desde aquí tomamos el Metropolitano hasta la estación de Domingo Orue, para visitar las ruinas preincas de Huaca Pucllana. Estas ruinas en forma de pirámide de 23 m. de altura, pertenecían a unos centros ceremoniales y administrativos de los indios Limac.
Pirámide de Huaca Pucllana y donde finaliza la excavación
Se construyó entre los siglos II al VII d.C. El material utilizado es el adobe, o sea, barro con paja y dejado secar al sol, al no poder reutilizarse en otras construcciones ha hecho que permaneciera muchos siglos escondido bajo la capa de las primeras filas desmoronadas por las lluvias y que dan la apariencia de un montículo. Se puede visitar (12 soles la entrada) las ruinas y su museo que guarda utensilios de labranza y cerámica de colores blanco, negro y rojo, utilizada para uso doméstico y ritual. Curiosamente el trazado de una calle actual divide las ruina, al encontrarse en medio de la ciudad, a punto estuvo de desaparecer hasta que en 1981 comenzó a estudiarse y hacerse las excavaciones.
Para entender mejor esta cultura, en su base, se ha representado escenas de las vida cotidiana de estos agricultores, con un pequeño huerto de los productos que cultivaban y animales domésticos como la alpaca.
Terminada la visita nos dirigimos a comer al Restaurante Bahía Azul, calle García Calderón 201, esta muy próximo a las ruinas, donde sirven menús por 12 soles o menús ejecutivo por 18. Es un restaurant cevichería muy limpio y económico con comidas auténticas peruanas. Su dueña Luz Aurora atiende muy servicialmente.
Después de comer, nos dirigimos a pie hasta el hotel para tomar posesión de la habitación y continuar las visitas.
Toro de Pucará en el Parque de John Kennedy, Miraflores, Lima
Comenzamos por el Parque de John F. Kennedy, aunque en realidad son dos parques unidos: El de John Kennedy y el del Dos de Mayo, se encuentran en el corazón de Mirasierra, uno de los barrios (distritos) mas elegantes y modernos de Lima, donde proliferan los hoteles, oficinas, centros comerciales y restaurantes elegantes, sus calles son tranquilas y seguras, tanto de día como de noche.
Este parque esta primorosamente cuidado y es solaz de los ejecutivos, turistas y vecinos que aprovechan un rato para sentarse bajo el frescor de su arbolado, tomarse un zumo en los puestos ambulantes y darles de comer a los numerosos gatitos que mansamente se dejan acariciar.
Parque de John Kennedy y jarrón de cerámica shipiba
Junto a los enormes árboles, la mayoría de ellos identificados con letreros, se encuentran monumentos como un vistoso toro de Pucará o un enorme jarrón de cerámica shipiba. No lejos de aquí, siguiendo nuestro paseo dirección al al mar, nos encontramos con el
Parque del Amor.
Parque del Amor, Lima
Este parque, se encuentra situado encima de un acantilado con magníficas vistas al océano Pacífico. Fue inaugurado el día de los enamorados de 1993. El parque empieza en un arco muy utilizado para hacerse fotos los reciencasados y termina en un anfiteatro con una monumental escultura: “El Beso” del escultor peruano Victor Delfín.
“El beso” de Victor Delfín y pareja emulándolo
Todo el parque esta recorrido por bandas de azulejos de colores y frases célebres de amor, estilo naif, que nos recuerda las obras de Gaudí, es el lugar preferido para declararse el amor y emular el motivo del monumento. Desde aquí hay magníficas vistas de la costa y acantilado, donde numerosos aventureros practican el parapente.
Practicando el parapente en los acantilados y distrito de Miraflores
Siguiendo el Malecón, después de atravesar el
Puente Vileda, popularmente conocido como el "Puente de los suicidas” hasta que la Municipalidad lo impidió cubriéndolo con mamparas transparentes, llegamos al centro comercial Larcomar.
Centro comerciar Larcomar del distrito de Miraflores, Lima
Larcomar es un moderno y elegante centro comercial de 45.000 m2, inaugurado a finales del 1998, a imagen de los populares shoppings centers americanos. Aquí se agrupan franquicias internacionales de ropas, restaurantes y salas de cines. Lo mas llamativo son sus impresionantes vistas al Pacífico, al estar construido en el borde del acantilado. Los precios son muy altos.
Desde aquí, andando, regresamos al hotel para dejar la máquina de fotos, en el vuelo nos advirtió una española, que trabajaba en Repsol Perú, que no era prudente llevarla de noche, al igual que utilizar el trasportes público. Luego nos dimos cuenta que se trataba de una paranoia infundada, ya que después de cenar en la Trattoría Mama Lola, Av. Ernesto Diaz Coseco 119 (menú ejecutivo 30 soles), paseamos tranquilamente entorno al parque central de Miraflores sin ningún problema, como sucedió igualmente cuando nos movimos por Lima utilizando el Metropolitano o en una combi desde el aeropuerto.
Rendidos por el cambio de horario, decidimos irnos a dormir, para el día siguiente estar frescos cuando tomásemos el vuelo de LAN que nos llevaría hasta Arequipa.