- Qué ver y hacer en Phuket. Patong Beach. Big Buddha Phuket. Karon Viewpont. Wat Chalong. Old Phuket Town. Excursión a las islas Panak, Lawa, Hong y James Bond .
Una hora después llegábamos al hotel Deevana Patong Resort & Spa en Patong Beach (Phuket).
Patong Beach es la playa donde se dirigen la mayoría del turismo que llega a través del aeropuerto Internacional de Phuket (150 THB traslado en van, salen cada 15 minutos) o en ferrys desde otros destinos próximos. Menos habitual es hacerlo en autobús desde Bangkok (1.096 THB) ya que suponen 15 horas de viaje y el precio, curiosamente, es mas caro que hacerlo en avión (720 THB).
En Patong Beach encuentra el turista alojamientos de todo tipo y precios, restaurantes internacionales, bares, puestos callejeros de comida, tiendas, agencia de excursiones... pero principalmente sobresale por el gran ambiente nocturno de sus discotecas y clubs entorno en la calle peatonal de Bangla.
Su playa de arena blanca, agua clara y cocoteros, está muy concurrida de bañistas y vendedores ambulantes. Aunque no tiene paseo marítimo, la calle Thawewong le sustituye hasta que queda desplazada de la playa por Bangla Police Box y otros restaurantes a pie de mar.
Phuket tiene otras playas como Karon Beach, una larguísima franja costera próxima a Patong Beach o la coqueta Kata Beach, tranquila y con mejores precios en los alojamientos. Hay que tener cuidado a las corrientes en estas dos últimas playas, muchos carteles advierten del peligro y dan recomendaciones en este sentido.
La habitación disponía de hervidor eléctrico con bolsas de café soluble, té o infusiones, además de dos botellas de agua que reponían gratis diariamente. El baño tenía secador, dispensadores de jabón, gel y champú. Para ir a la playa, ponían a tu disposición un bolso con toallas, esterilla y paraguas. La habitación también contaba con televisión de pantalla plana y caja de seguridad. Una terraza daba al área de la piscina.
La estancia incluía el desayuno tipo buffet, excelente, luego te servían el té o el café en las mesas. La cena que tomamos el primer día, resultó cara, así que nos íbamos a comer y cenar fuera. Junto al hotel está el restaurante Thai Smile con mejores precios.
Por todo ello se merece la mejor nota, totalmente recomendable, sin ninguna duda volveríamos alojarnos aquí.
La bulliciosa Patong Beach en Phuket
Desayunamos magníficamente en el hotel y partimos a conocer Patong Beach. Saliendo del hotel tomamos a la izquierda la calle principal con un nombre inmenso: Rat-u-thit-songroi pi road , aunque nosotros lo abreviamos llamándola “Rata”. Moverte en la ciudad con los nombres escritos en indonesio es dificilísimo, pero afortunadamente también ponen los rótulos en inglés, en letras mas pequeñas, sobretodo los nombres de comercios, tiendas, restaurantes... como si de una ciudad inglesa se tratase, eso si, todas las aceras abarrotadas de pequeños tenderetes de ropa o baratijas, vehículos como las motos con remolques adosados hechos artesanalmente que sirven para vender comida o artículos para el turista, todo muy caótico y apretujado.
Sin duda la calle mas famosa es Bangla Street una calle peatonal llena de bares, locales nocturnos, discotecas, masajes eróticos, pubs, puticlubs, tiendas...la meca del turismo de juerga, borrachera, diversión, marcha y sexo. Al llegar la noche, el ofrecimiento de espectáculos eróticos como ping-pong shows o prostitución es constante en la calle, es fácil observar a señores mayores en compañía de jovencitas que a penas tienen la mayoría de edad. En esta calle se encuentra la famosa discoteca Tiger Night Club con las figuras de vistosos tigres en su exterior. Esta calle empieza en el Centro Comercia Jungceylon y acaba en la playa, parte del día la abren también al tráfico rodado.
El Shopping Center Jungceylon es un gran centro comercial tipo americano donde se puede comprar ropa, joyería, electrónica, comer o jugar a videojuegos... todo muy bien cuidado y dirigido a turistas. Muchas indicaciones están en chino, una comunidad muy grande en Phunket. A las 19 h hay un espectáculo de agua.
Justo cuando arranca Bangla Street, a la derecha, se encuentra Bangla Food Street un lugar donde hay una gran cantidad de puestos al aire libre de pescado y marisco, comida china y thai. Nos pareció limpio y con buena relación precio-calidad. Encuentras platos de 50 a 200 THB. Si prefieres comida mas europea tienes un Mc Donald's en la misma calle y restaurantes en la playa que sirven comida europea, pero a precios occidentales.
Después de comer nos dirigimos a la playa, es una playa muy larga poco protegida del viento lo que crea mucho oleaje, el agua es verdosa muy diferente de las caribeñas, hay cocoteros y otros árboles de gran altura que desconozco su nombre.
Los turistas utilizan tumbonas y sombrillas que alquilan a 100 THB, los nativos se ponen bajo el arbolado vestidos y en hamacas de cuerdas que sujetan a los troncos de éstos.
En fin, Patong es un lugar de turismo playero y diversión, que utilizan muchos australianos, americanos y europeos, como puede ser nuestro Benidorm, Marbella o Ibiza, que no valdría la pena visitar a no ser que desde aquí parten todos las excursiones para ver lugares maravillosos de la bahía del Mar de Andaman.
Terminamos el día con un masaje en Healthland Massaje Patong, Hat Patong Rd., que se encontraba muy cerca de nuestro hotel. El thai massage y foot massage no es caro, cuesta 200 THB /hora, con aceite 250 THB. Perfecto, muy recomendable.
Qué ver en Phuket
Al segundo día de nuestra estancia, a las 9 h., nos recogía en el hotel el taxista Mr. Pam para dedicar el día a visitar lo mas relevante de Phuket:
. Karon Viewpont. Siguiendo la carrera de la costa dirección Sur, pasadas las playas de Kuta y Karon llegamos a este mirador.
El complejo está construyéndose a base de donaciones de fieles y turistas, grandes huchas recogen el dinero por doquier. La entrada es gratuita. Se puede comer en varios restaurantes del templo. Muchos monos corretean por las instalaciones y cercanías. Se puede llegar en taxis (600 THB desde Patong) o en una furgoneta que comunica la ciudad con el lugar.
Terminada la visita, paramos para comer y después nos dirigimos a la zona vieja de Phuket.
. Old Phuket Town. Fue un recorrido por el centro donde han perdurado viviendas de estilo colonial portugués.
Algunos de sus edificios han sido restaurados y pintados de variados colores, otros han sido habilitados como restaurantes y bares. El mayor ejemplo de edificios coloniales se encuentran en Thalang Road donde está el Mercado de Fin de Semana y el Café de la Estación. Otro edificio muy llamativo es el Hostal Cafe 66 en Dibuk Road.
Durante el trayecto, sirvieron fruta, té y café hasta llegar, una hora después al primer destino, Panak Island.
La cuevas no están iluminadas pero la luz que penetra por el gran hueco de acceso es suficiente para poder contemplarlas. No son una gran cosa, pero al hacerlo en canoa resulta original la visita.
Aquí nuevamente subimos en canoas pero esta vez de dos en dos, yo con mi hija y mi esposa con Desidere, una agradable chica argentina con la estuvimos todo el viaje juntos. La visita comenzó metiéndonos por un estrecho canal entre altas rocas que comunicaba, a través de cuevas y pasadizos, con una laguna interior rodeada de un paisaje maravilloso.
Subidos nuevamente al barco, paramos para bañarnos en Lawa Island y luego almorzamos en el mismo barco camino de James Bond Island ¡tarea difícil cuando tus compañeros de viaje son chinos y lo acaparan todo con voracidad!
El lugar atrae a gran cantidad de turistas, tantos que es difícil incluso hacerte una foto ante la isla que identifica el lugar. La minúscula playa la ocupan tenderetes de ventas de recuerdos y está prohibido bañarse. Hay que pagar un impuesto para entrar en la isla, pero normalmente está incluido en los tours. En la isla poco se puede vez excepto la corta cueva Khao Phing Kan formada con grandes fallas de pizarras.
El viaje terminaba, un vuelo de Air Asia nos trasladó a Bangkok y desde allí dos días después, en el gigantesco coloso de los cielos, un Airbus A380, regresamos a Madrid vía Doha (Qatar).
Lo bueno de había llegado a su fin.