Cuando nos acogimos al disfrute del año sabático no sabíamos muy bien qué hacer, faltaban cuatro años. La idea de irnos estaba clara, pero no teníamos claro si ir a un solo país para vivir en él todo el tiempo o movernos de un sitio a otro.
La lectura de los blogs de viajeros que tenemos enlazados nos ayudó mucho. Muchas gracias a todos.
Prácticamente dos años antes de salir nos decidimos por la vuelta al mundo y, ya con esta idea fija, le dimos muchas muchas vueltas: qué países, posible presupuesto, seguros, salud, etc. Un montón de preparativos. Uno de ellos era el relativo a la educación de nuestras hijas, este aspecto nos lo ha preguntado mucha gente; en resumen: nosotros las fuimos dando clases, no llevamos ningún libro, tratamos de relacionar los contenidos de sus cursos con la realidad que íbamos viendo.
Hay que recordar que, en estudios de educación obligatoria, no hay que convalidar nada.
Decidimos llevar una educación más personal desarrollada por nosotros e hicimos, para la mayor, una matrícula complementaria a la del instituto en www.clonlara.es. Nos fue muy bien y quedamos muy satisfechos con el seguimiento y la libertad que nos ofreció esta escuela “on line”.
- ¿Qué idiomas habláis? ¿Tuvisteis en el transcurso del viaje algún problema de comunicación?
Los dos somos maestros de inglés. Nuestras hijas siguen en el instituto una educación bilingüe en inglés que empezaron en un colegio público, además una de ellas hizo un intercambio en Alemania y otra en Francia a través de Adolesco. Marisol también se maneja en francés y Alberto cree que él también, solo él.
Elegimos principalmente países de habla inglesa para practicar dicho idioma.
No tuvimos problemas de comunicación en ningún momento; salvo con los taxistas chinos que no suelen hablar inglés, pero llevando tarjetas en su idioma no hubo problemas.
- ¿Cómo aconsejáis hacerla, en compañía o en solitario? ¿Cómo la hicisteis vosotros?
En nuestro caso, ya sabéis, en familia. Lo que importa es hacer lo que se quiere hacer y si, en el momento de viajar, estas con una pareja, pues en pareja, y si estás solo, pues a solas, que seguro que te encuentras con más viajeros dispuestos a compartir momentos.
Coincidimos con varias personas que parecía que iban en grupo y resulta que se habían ido juntando y compartían parte del viaje. Lo importante es salir si se tienen ganas.
- ¿Cómo llevasteis vuestro equipaje, en mochila, en maleta o hicisteis uso de ambos?
No llevamos mucho equipaje, muchas personas que conocimos se asombraban de ello. Llevamos 3 mochilas con ruedas y otra sin ruedas muy adaptable a todo, como equipaje de mano o más llena para algunas ocasiones. También tres mochilas pequeñas.
De ropa, la justa. Según se nos iba quedando vieja la dejábamos y comprábamos su repuesto. Incluso Alberto llevó el mismo calzado todo el tiempo, sin recambio; tanto a 30 ºC como a -5ºC. No llevamos ropa de invierno, pero en Shanghai lo primero que hicimos, en febrero, fue ir de tiendas y nos compramos algo para cada uno.
Al ser un viaje largo no se puede comprar y acumular, a veces veíamos algún objeto que nos hubiera gustado haber comprado, pero no se puede cargar. En Reyes, en Sydney, tuvimos solo un regalo cada uno, la única condición fue que no pesara y fuera fácil de llevar.
- ¿Qué cosas incluiríais como imprescindibles en el equipaje?
Un botiquín con lo básico, chanclas, pantalones cortos, ropa que combine con todo, calzado cómodo, bañadores, un forro polar, un chubasquero,... ;o sea, la lista que dan a los niños para ir de campamento. No hace falta mucho. Es más importante llevar la cabeza bien organizada y abierta. Lo que se va necesitando se puede comprar en cualquier sitio.
- ¿Cuál fue el itinerario y la duración de vuestra Vuelta al Mundo? ¿Fue suficiente, corta o excesiva?
Una vuelta al mundo siempre es corta. Nosotros teníamos catorce meses sin trabajar, nos los repartimos en tres partes:
1) La vuelta al mundo. La hicimos en ocho meses. El recorrido fue: EEUU, Canadá, Hawaii (EEUU de nuevo), Islas Fiyi, Tonga, Nueva Zelanda, Australia, Bali, Singapur, Malasia, China, Israel, Turquía, Suiza y para casa. Nos lo tomamos con calma. En EEUU estuvimos casi tres meses, en Nueva Zelanda uno y en Australia mes y medio.
2) Vuelta al Mediterráneo. Volvimos a Burgos para un mes y volvimos a salir dos meses para recorrer casi toda Italia, algunas islas griegas como Rodas, Mykonos, Santorini, Skiatos y Skopelos; también el sur de Francia.
3) Otros viajes. Volvimos otro mes y nos fuimos un mes a Alemania y Praga.
Cuanto más vimos teníamos la sensación de que más nos quedaba por conocer.
- ¿Sois partidarios de un viaje RTW con vuelos y rutas programadas o mejor improvisar sobre la marcha?
Estuvimos barajando ambas opciones porque algunas agencias hacían ofertas que parecían realmente atractivas, pero cuando les decíamos nuestras fechas la cosa cambiaba pues los buenos precios son para temporada baja y si te sales de ahí se disparaban, por lo que decidimos ir comprando los billetes buscando siempre el más asequible. Nosotros teníamos programado nuestro viaje yendo hacia el oeste hasta Singapur, donde teníamos un intercambio de casa. Lugares como Kuala Lumpur, Sanghai, Beijing, Israel y Estambul fueron surgiendo mientras viajábamos. Trazar este recorrido de regreso exigió bastante planificación pues tuvimos que conseguir visados para China en Brisbane, Australia, y buscar compañías de vuelo desde China hacia el oeste, lo que entraña complicación dada la situación política de Oriente Medio Tuvimos que dejar la India pues no hubo tiempo material para obtener visado en la embajada de Sydney y eso nos hizo decantarnos por volar a Israel con Turkish Airlines. También estudiamos cómo ir al Tibet pero resultó demasiado difícil por el papeleo que se necesitaba.
El hecho de no llevar el viaje cerrado es apasionante porque te permite descubrir sitios que no habías planeado ver, pero eso no significa improvisar puesto que investigamos las posibilidades antes de decidir. Lo emocionante es que cada día es distinto al anterior.
- ¿Qué lugar del mundo os fascinó? ¿Os habéis propuesto volver a visitarlo?
La verdad, todos los lugares nos gustaron muchísimo. Hacer comparaciones es bastante difícil, no se puede meter en la misma categoría, por ejemplo, la Gran Muralla China con las playas de Hawaii. Sí que hicimos una pequeña votación entre nosotros y el resultado fue:
1º) La isla de Kauai y su Cañón de Waimea, Hawaii.
2º) Lone Pine Koala Santuary, en Brisbane, Australia.
3º) Ópera de Sydney, Australia.
4º) Acuario Monterrey, California.
5º) Cañón del Colorado, USA.
6º) Templo Cielo – Ciudad Prohibida. Beijing. China. Playas Hawaii. Ver Ballenas. Atardeceres en varios lugares. Snorkling en varias playas. Sydney.
Después le siguen: Musical en Brodway, Cirque du Soleil en Las Vegas, Año Nuevo Chino,, San Francisco, Nueva York, Singapur, Guerreros Terracota en Xi´an, Muralla China , pasar las Navidades en Australia, Vancouver, Lagos Nueva Zelanda, Nanuya Balavu en las islas Fiyi, Santa Sofía- Mequita Azul, Torre Gálata en Estambul, Torres Petronas en Kuala Lumpur, Queenstown, Yosemite-Mariposa Grove en USA, Glaciares Fran Josef/Fox en Nueva Zelanda, Gran Barrera Coral en Cairns y la Art Galley, Brisbane con la exposición de Matisse.
Pero se podría continuar. Nada nos defraudó. Nos gustaría volver a todos los lugares; tal vez no a Las Vegas. Nos acordamos muy especialmente de El Cañón del Colorado, Sydney, Kauai, Vancouver, Nueva York.
- ¿Qué gente maravillosa se cruzó en vuestro camino y ha quedado en el recuerdo para siempre?
Mucha gente, pero no podemos destacar a alguien en particular.
Como hemos dicho en una pregunta anterior durante los viajes nos alojamos con bastantes familias gracias al intercambio de casas. Ello no es solamente ahorro de un montón de dinero, sino el convivir con gente de bastantes países, todos distintos en creencias, cultura y costumbres; pero con algo en común: la hospitalidad y curiosidad por los demás. Siempre decimos que fue lo mejor del viaje. La riqueza que hemos obtenido de ellos es algo que nos acompañará siempre y que forma parte de nuestro ser. Algunos nos han devuelto la visita a Burgos, otros aún están por llegar y puede que otros difícilmente vengan. Cada vez que recibimos a algunos de ellos es como si el viaje continuara.
- ¿Qué comida, alimento o fruta os llamó la atención por lo sabrosa que era o por la repugnancia que os producía?
No sacamos el sabor al maíz que ponen en las comidas en los EEUU, ellos se relamen y comentan su sabor comparándolo con el del día anterior. Son expertos en eso, pero nosotros nos quedamos absortos pensando “ pero si esto no sabe a nada”.
Beber el agua de un coco en Tonga es genial pero tienes que cargar con el coco todo el rato y como no tiene mucha estabilidad acabas con el pantalón calado.
El kava de Fiyi: fue toda una experiencia porque sabe a tierra que no veas pero entona suavemente.
Los “pinchos” chinos son increíbles pues hay todo tipo de bichos fritos.
La comida sabrosa la recordamos en Tel Aviv al volver a probar los productos del Mediterráneo, era como estar en casa.
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