- Visita del Delta del Tigre por libre. Cómo ir al Delta del Tigre desde Buenos Aires. Tren de la Costa. Qué ver en el Delta del Tigre. Qué ver en San Isidro.
El Tren de la Costa es un tren turístico que fue rehabilitado en 1995, utilizando el trazado original, empezó a funcionar en 1891, el tren actual fue fabricado en España. Su recorrido tiene una longitud de 15,5 Kms., comunica Buenos Aires con las zonas residenciales del Norte, para acabar en Tigre. Circula paralelo a la costa, parando en 11 estaciones. Su precio es de 16 pesos (2,5 Euros). La verdad que son preciosas sus estaciones y evocan tiempos pasados, a nosotros varios argentinos nos recomendaran que hiciéramos esta excursión, y la verdad, que valió la pena. Hay muchas agencias turísticas que la realizan, pero no es nada complicada hacerla por uno mismo y ahorrar bastantes pesos.
En la estación de Maipú, como en otros muchas, se han instalando tiendas comerciales preferentemente de antigüedades que dan un ambiente retro, pero los precios los encontré bastantes caros. He leído noticias recientes, que muchas agencias de viajes ya no usan el tren para desplazar a sus turistas al Delta del Tigre, lo que afecta al mantenimiento del servicio y a las tiendas, que languidecen o cierran, es una verdadera lástima, personalmente me pareció una bonita experiencia.
Hoy todavía conserva esa impronta vacacional con preciosas edificaciones, barcos y yates fondeados en su Puerto Fluvial, muchos de ellos adaptados a los paseos de los numerosos turistas, porteños o extranjeros, que no quieren perderse este singular lugar.
Nosotros llegamos a Tigre a la hora de la comida, una española afincada desde hacía muchos años en Buenos Aires, nos recomendó el buffete libre (tenedor libre) del casino Trilenium, donde por 72 pesos (11 euros) se come excelentemente comida internacional a base de carne y marisco, no incluye la bebida (14 pesos). No es necesario jugar en el casino, basta atravesar el salón de juego y se encuentra al fondo el restaurante, el problema es cuando se va con niños pequeños, ya que únicamente dejan pasar a mayores de 18 años.
El primer edificio emblemático que se divisa en el paseo, es el Museo de Arte Tigre ubicado en un edificio de estilo francés del 1913 con un mirador de columnas sobre el río. Allá se pueden admirar obras de arte figurativo del siglo XIX y XX de argentinos como Fernando Faber, Antonio Berni y Guillermo Roux, distribuidas en seis salas dedicadas a la la temática de figura humana, paisaje, naturaleza muerta... y otra a la historia del puerto de Tigre.
Adentrándonos en el delta, me asombró el gran tamaño de los cargueros que podían acceder al puerto fluvial. Ya dentro de los canales, las casitas franqueaban las orillas todas con su respectivo amarre, único modo de llegar, sobre palafitos, para resguardarse de las crecidas del río.
Mientras conversábamos con la guía Graciela y Sebastián Espinoza, un residente, buen conocedor y amante del lugar, llegamos enfrente de la Casa Museo Sarmiento, se trata de la vivienda de Domingo Faustino Sarmiento, un presidente argentino del 1868. La casa curiosamente, se conserva en una urna de cristal, para protegerla de los fenómenos atmosféricos cono la alta humedad. Aquí se puede visitar su biblioteca, los muebles originales y una muestra fotográfica de la evolución histórica del Delta del Tigre.
Ya de vuelta, junto a la estación, se encuentra otro atractivo para los visitantes y familias que vienen a pasar el día, el Parque de la Costa, se trata de un parque de 60 atracciones para divertir y entretener a todos, donde no podía faltar las montañas rusas y shows como el de magia, que encandilan a los pequeños.
La estación la ocupa un gran centro comercial de dos plantas con tiendas, supermercado, cines y un salón auditorio. Por un puente peatonal, puedes cruzar y subir a través de un cuidado parque, para visitar el centro histórico de San Isidro, en el que destaca una esbelta catedral de estilo neogótica.
Mientras visitábamos la ciudad anocheció, era hora de regresar, ya que el último tren lo hace a las 21 horas.
Teníamos pensado ir a cenar al Restaurante El Español, un lugar que nos dejó con muy buen sabor de boca cuando estuvimos en nuestro anterior viaje, pero estábamos cansados y ¡empachados del buffet libre del medio día!, así que cenamos frugalmente en un pequeño restaurante de la calle Rivadavia, junto al hotel y nos fuimos a dormir.
Al día siguiente, nos levantamos tarde, dimos un paseíto, como a penas llevábamos equipaje y no teníamos prisa, a las 12 h. tomamos el bus colectivo de la línea 8 (1,75 pesos) y partimos para el Aeropuerto de Ezeiza, tardamos una hora cuarenta y cinco minutos. Comimos en un McDonald's del Aeropuerto y a las 16:25 h. salíamos con el vuelo LA-442 .
A las 17:45 h. llegábamos a Santiago de Chile y tres días mas tarde, regresábamos a España.