- Visita al Volcán Arenal. Catarata Río Fortuna. Arenal Hostel Resort. Cómo ir de La Fortuna a Monteverde. Qué hacer en Monteverde. Hotel Camino Verde. Cómo ir de Monteverde a Manuel Antonio. Visita al P.N. Manuel Antonio. Natural Pacific Suites. Qué ver en San José de Costa Rica.
Volcán Arenal, La Fortuna
La Fortuna de San Carlos, es el pueblo mas próximo al volcán Arenal, es muy pequeño, formado casi en su totalidad por hoteles, hostales, restaurantes, tiendas, agencias de tours y otros servicios dirigidos al turismo, las únicas casas son las viviendas de los dueños y empleados de todas las actividades turísticas. Debido a su proximidad del volcán hay actividades paralelas de aguas termales y actividades de aventuras. Otra maravilla natural es La Cascada Río Fortuna, un salto de agua de 70 metros rodeada de una exuberante vegetación.
El Arenal Hostel Resort se encuentra justo en la Plaza Principal de La Fortuna. Su construcción de madera es muy atractiva. Tiene 20 habitaciones en dos plantas que dan a un jardín interior donde hay una pequeña piscina, bar y varias hamacas. Las habitaciones son muy confortables con dos camas de matrimonio y una baño con ducha, sin TV, pero lo importante, es que todo estaba muy limpio y el personal era muy agradable y atento. Hay un ordenador en el patio y wifi gratis a disposición de los viajeros.
Volví al hotel a despertar a mi familia y contratar el tour “Jeep-barco-jeep” que nos llevaría a Monteverde al día siguiente, aunque en realidad no se trata de jeeps sino de minibuses. Para desayunar lo hicimos en Soda La Parada, que esta junto a la iglesia. Es un sitio para recomendar, nos sirvieron un completo gallo pinto con judías negras (frijoles), arroz, dos huevos fritos, tortillita de maíz y plátano frito, con una crema deliciosa, además de zumo natural y café, todo por 6 dólares.
La entrada a la Catarata Río Fortuna, cuesta 10 dólares que se paga a ADIPORT, una asociación cuyas ganancias redundan en el beneficio del población de La Fortuna. Para llegar hasta la cascada hay que bajar 480 escalones, por unas estrechas sendas rodeadas de una vegetación exuberante, pero nos fue imposible ver ningún animal, ya que estaban limpiando las hojas de la senda con algo tan poco ecológico como un soplador a motor que ahuyentaba a toda la fauna. Mientras bajas hay varios miradores de la catarata.
La catarata tiene unos 70 metros y muchos aprovechan para refrescarse bañándose en las aguas cristalina de la poza de su base. La subida requiere un gran esfuerzo, pero que compensa por la belleza del lugar.
Una vez arriba tomamos nuevamente el taxis, un todo terreno y nos dirigimos a visitar el Parque Nacional del Arenal, pasando primero por Termas Balbi en la base del volcán. En la carretera nos encontramos un sin número de ciclista, ya que ese día se celebraba una tradicional vuelta a la Laguna de Arenal.
El taxista nos dejó a la entrada, pagamos los 10 dólares y nos adentramos por unos senderos que te llevan hasta una colada de lava de la última gran erupción que tuvo lugar el 29 de julio de 1968, hasta entonces el volcán había permanecido dormido y únicamente era conocido como el cerro del Arenal. Esa noche despertó de pronto destruyendo los pueblos de Tabacón y Pueblo Nuevo, murieron 87 personas. Tuvimos la suerte de hablar en el autobús con una persona que lo vivió en directo, su padre tenía una granja próxima y tuvieron que salir huyendo, la madre salió con los hijos y el padre se quedó buscando un caballo que se había extraviado, cuando pudo reunirse de nuevo la familia faltaba un hijo, que días después lo reconoció uno del pueblo y lo llevó antes los afligidos padres. Quien nos contó la historia fue el hijo menor que tendría actualmente unos 50 años.
Regresamos ya tarde y comimos en La Típica, un restaurante que esta en la carretera de vuelta a La Fortuna, no es barato, 3.000 colones el plato, pero son especialistas en comida tica de calidad, así que era el momento de probar el ceviche y la olla de carne, que según nos aconsejaron era donde mejor la hacían.
A la mañana siguiente, las 8:30 h. nos pasó a recoger la empresa de Aventuras Los Lagos (Tel. 506-26457140) que nos llevaron en minibús hasta el lago Arenal en unos 30 minutos. Se puede también ir en buses públicos desde La Fortuna a Monteverde, es muy barato, pero el viaje dura mas de 6 horas, en cambio, así aunque cueste 25 dólares lo haces en dos horas. El lago Arenal se atraviesa en barco con unas vistas extraordinarias del volcán, desde la parte trasera se aprecia perfectamente la fumarola y vapor del cráter del volcán.
un huracán arrancó un árbol y lo cruzó en el camino, lo que obligó a los conductores a talarlo con rudimentarios machetes para que pudiéramos pasar.
A las 14:00 h. ya estaban recogiéndonos una furgoneta de Selvatura Park, para llevarnos hasta el bosque lluvioso de Monteverde. Esta empresa ha instalado unos cables de tirolíneas (canopy) que te permiten sobrevolar la selva colgado de unos arnés con un recorrido de un kilómetro (45 dólares), pero eso era demasiado atrevido para mi esposa e hija, así que elegimos algo mas tranquilo como realizar una caminata (Walk ways) a lo largo de 8 puentes colgantes, que literalmente sobrevuelan la selva, con alturas sobrecogedoras cuando atraviesan el río Negro. Es impresionante la cantidad y variedad de árboles que ves en este tipo de selva lluviosa y el tamaño de muchos de ellos, cuando los aprecias desde distintas preceptivas: Desde sus copas y luego desde sus base. Pero lo que defrauda es la fauna que promete el folleto: Aves, monos, perezosos... ya que es imposible que no huyan asustados por el chirrido de los cables tiralíneas que sobrevuelan mientras caminas por los senderos, a tal velocidad, que resulta difícil hacerles una foto sin resultar borrosa.
El microbús nos dejó nuevamente en el hotel cuando empezaba a llover, lo que unido al constante viento procedente del Océano Pacífico, convierte el clima de Monteverde en muy desagradable. No se te olvide llevar una prenda de abrigo ni un impermeable, seguro que lo necesitarás. Es precisamente esta chimenea de aires húmedos los que han propiciado este tipo de bosque nuboso de características tan singulares.
De vuelta, José nos entregó los billetes del autobús para Puntarenas (1.475 colones) y las llaves de nuestra habitación, asignada en un edificio continuo con el rótulo Hotel El Amanecer, según nos aseguró es parte del Hotel Camino Verde, la verdad es que era muy bonito. El edificio, totalmente de madera maciza, tiene dos plantas, la superior con una balconada que daba al valle. Hay un amplio restaurante con un PC e internet gratis, así como de una cocina a disposición de los clientes donde puedes servirte gratis el excelente café costarricense cuando gustes.
La situación es muy céntrica, ya que Santa Elena es un conjunto de casas y hostales bastantes diseminados, pero donde esta el hotel es justo en el grupo de casas donde se encuentra el banco con cajero, la iglesia, restaurantes, el supermercado Supercompro y la Woods Art Galley, una tienda donde se pueden comprar a buen precio souvenirs, pero en especial una selecta artesanía local realizada con madera, su propietario Enrique Cruz atiende personalmente.
No olvidarse de comprar en el supermercado el famoso queso de vaca elaborado en una fábrica creada por los colonos cuáqueros, una secta protestante que en 1950 se establecieron aquí huyendo de Estados Unidos donde encarcelaban a sus hijos por no querer ir a la guerra de Corea, Costa Rica era el lugar idóneo por que había abolido el Ejército.
Dormimos tranquilamente, aunque al principio lo dudábamos, ya que estaban alojadas un grupo de jóvenes canadienses con ganas de juerga, pero a las 10 de la noche todo quedó en un remanso de paz.
Desde el lugar donde te deja el bus tienes que caminar hasta llegar al restaurante ”El pollazo” ¡Qué nadie piense con segundas!, es uno de los dos o tres establecimientos de pollo frito que hay en cada calle. Está justo debajo de unas antenas de comunicación que se divisan desde todas partes, ahí torcer hacia la playa (unos 300 metros) donde está la Terminal de Buses del paseo marítimo. La ventanilla donde venden los billetes a Quepos se encuentra en el exterior de la terminal, pregunta, los ticos son muy amables y seguro que te ayudarán encantados.
Mas que un hotel son cuatro apartamentos de lujo a las afueras del parque nacional, una maravilla que lamentamos no haber tenido mas tiempo para disfrutar de ellos. Están decorados con gusto en madera y materiales de calidad. Son unos apartamentos amplísimos con dos habitaciones separadas con aire acondicionado, cocina para hacerte tu propia comida, sala de televisión y baño con jacuzzy, todo un lujazo. Desde su terraza, al atardecer o amanecer, se escucha la algarabía de los animales del parque e incluso divisé un tucán que se posó en una palmera cercana. Además tiene una amplia sala común con billar. Todo esta impecablemente limpio y sus empleados superamables con un trato exquisito. A escasos 100 metros tienes el supermercado Super Blanco. El desayuno incluido, te lo sirven en el apartamento y puedes elegir entre varias opciones, todo por un lujo por un precio muy normal: 84 dólares los tres. Lo recomiendo muy encarecidamente, si vuelvo, sin duda me hospedaré nuevamente aquí.
A la mañana siguiente nos sirvieron el desayuno temprano y a las 7:30 horas estábamos tomando el bus público que nos dejó en la puerta del parque, las primeras horas son las mejores para ver mas animales.
La presión de las tierras del interior dedicadas al cultivo, hizo que los animales se refugiaran en esa franja minúscula de bosque húmedo tropical junto al mar. Es el mas pequeños de los parques nacionales pero es el que mas número de animales alberga por hectárea, muchos únicos y en peligro de extinción. Actualmente es el que mayor número de turistas recibe al año. La entrada cuesta 10 dólares, a esto, debes añadir el coste de guía, por lo que recomiendo si quieres ahorrarte el guía, te acerques a los numerosos grupos y mires en la dirección que lo hacen estos profesionales expertos en descubrir la fauna, ellos suelen llevar unos potentes teleobjetivos que plantan en un trípode cuando descubren un animal, así lo hicimos nosotros y pudimos observar ¡por la cara! animales como serpientes, monos carablanca y titis, iguanas, mapaches, coatí (pizote), varados, ranas...
A las 12 estábamos tomando el bus para el hotel, comimos y tomamos nuevamente el bus que nos llevó hasta Quepos y desde aquí a San José donde llegábamos a las 17:30 h.
Al día siguiente a las 6:30 h. en recepción, nos estaba esperando el taxista Juan Carlos, el mismo que nos había traído el día de la llegada a Costa Rica.
Pagamos el impuesto de 29 dólares de salida y puntuales a las 9:10 h. embarcábamos en el vuelo AA-614 de American Airlines que nos llevaría a Nueva York y desde allí a Madrid.
Atrás quedaban unos maravillosos días, en un país que nos impresionó por la calidez de sus gentes, el amor y respeto a la naturaleza, os dejo una frase de un mural que apunté y me hizo reflexionar: “Cuando hayas talado el último árbol, contaminado el último río y pescado el último pez, comprenderás que con el dinero no se puede comer”.
Os invito a visitar Costa Rica, ¡¡Pura vida!!