Yolanda Heredia, es otra Trotamundos, audaz e intrépida, que el azar en forma de suerte, le presentó un día la oportunidad de dar la Vuelta al Mundo. No se lo pensó dos veces, rompió amarras y tuvo el coraje de hacer el viaje en solitario adentrándose por zonas catalogadas como muy peligrosas para las mujeres, como son Africa (ella os dirá que no) y Pakistán.
Comenzó su viaje en enero de 2009, recorriendo 17 países en los casi 12 meses que duró su viaje.
Actualmente vive en Fuente el Saz del Jarama (Madrid), tiene 37 años, soltera y de profesión fisioterapeuta y osteópata.
Las palabras tachadas, no son un error tipográfico, es un recurso expresivo de Yolanda, que mantendremos por expreso deseo suyo.
¿Qué razones te movieron a realizar la Vuelta al Mundo (RTW)?
La única razón es que me encanta viajar. Nunca me había planteado hacer un viaje de "vuelta al mundo" pero gané un billete RTW en un concurso, y no era plan de tirarlo a la basura. El billete lo puedes consumir entre 12 días y 12 meses, pero en mi cabeza no entra una vuelta al mundo de menos de 6 meses y, ya que me pongo, pues aprovecho al máximo. No me lo pensé dos veces la verdad, pero habría sido igual. Aunque cuando tocó decidir un poco la ruta me di cuenta de que necesitaría varias vidas para hacer todo lo que me gustaría.
¿Qué pensaron de tu decisión tus familiares y amigos?
Para contestar esto tendría que haber estado dentro de sus mentes, y yo ni se, ni quiero saber cómo se hace eso. Solo puedo contarte los comentarios que regaban mis oídos, que como todos sabemos, muchas veces difieren de la realidad de los pensamientos. También hay que tener en cuenta que soy hija única y, por si fuera poco, he sido siempre lo que se esperaba de mi (y un poco más), es decir, extremadamente responsable y precoz (si, si aburrida, mucho). De manera que claro, comunicar que todo eso que te ha costado tanto construir lo dejas "aparcado", que abandonas tanta estabilidad para lanzarte a la incertidumbre, no del viaje, sino del "después", claro, da susto. Así, todo ese miedo se convirtió en un cabreo monumental en la familia directa, que terminó en resignación, en plan de "lo que dejas por lo que te encuentres" que sonó más a amenaza que a otra cosa pero, en todo momento tuve apoyo incondicional por su parte. En la familia indirecta hubo de todo, muchas dudas calladas desde el respeto y tan solo un "eres mi heroína, estoy orgulloso de ti". Recuerdo el comentario de una buena amiga cuando se enteró: “Tu sabrás lo que haces”, me dijo, en un tono un poco... tal. Muchos comentarios reticentes de mi decisión, miedosos, y también envidiosos. Mi pareja (que lo era en aquél momento) y un par de amistades, siempre me animaron y se alegraron por mí. Es curioso descubrir cómo, a lo largo del camino te van colgando medallitas que generalmente no mereces. Una amiga me escribió: “Cómo mola presumir de tener una amiga que aparcó su vida y se fue a dar la vuelta al mundo”. Es divertido observar las reacciones, antes, durante y después. Se descubren algunas cositas, y sobre todo, se confirman sospechas. Ahora creo que muchos han cambiado su opinión, incluso los orgullosos del principio. Pero dime, en realidad, ¿qué importa lo que piensen los demás sobre tu vida?
Vendí mi coche y utilicé todos mis ahorros, incluidos los de los próximos dos años (más o menos). ¿Podría alguien arrepentirse de pagar un curso universitario? Cuando piensas que has pagado tu tercera carrera, una especialidad o un master (que están tan de moda), a precio de un vehículo utilitario normalito (que no es tanto dinero como la gente piensa), cuando sabes que has invertido en "conocimiento del medio", en práctica, aprendizaje y vida, ¿hay alguna posibilidad de arrepentimiento? No, no me arrepiento y no creo que lo haga nunca. Soy una tipa muy responsable y suficientemente consecuente de mis actos como para arrepentirme de nada.
¿Cuando nació la idea de hacer este viaje RTW y cuánto duró su preparación?
Nació cuando empecé a participar en el concurso. Como te digo, nunca había pensado en una vuelta al mundo, lo que realmente me encantaría es salir con lo mínimo, sin rumbo y sin fecha de retorno. Esa es mi ilusión y esta vuelta al mundo lo más parecido que he podido hacer hasta el momento.
Pedí a la organización del concurso 6 meses de margen, aunque más que preparar el viaje, fueron para aparcar mi vida, que oye, no es cosa de cerrar la puerta y adiós muy buenas. A lo largo de la vida nos vamos poniendo tantísimos grilletes sin apenas darnos cuenta que, cuando uno va a desatarse, ¡¡no veas!!, solo alguien que lo haya hecho sabe lo que es.
¿Qué idiomas hablas?
Podría decirte que hablo español y algo de inglés, pero no sería una respuesta exacta. Podría decirte que, además del español, balbuceo el inglés, y podría (o he podido) defenderme en francés, italiano y portugués, pero estaría mintiendo. Podría decirte que hablo inglés, francés, italiano, portugués y un montón de idiomas más como el gallego, asturiano, catalán, valenciano, sevillano, argentino, chileno, boliviano, peruano, mejicano, americano, etc. Pero de nuevo estaría atentando a la verdad. La realidad es que no hablo ningún idioma, ni siquiera domino el castellano del que considero que me falta una infinidad de vocabulario, mucho conocimiento sobre el significado más acertado de las palabras y utilizo muchísima jerga. Más bien diría yo que hablo solo un poquito de español, así a pelo. Lo más interesante de esta pregunta es que no se necesita hablar para comunicarse. Y esa comunicación sin palabras, al menos para mi, es la más enriquecedora. No obstante quisiera puntualizar que me parece más importante tener en cuenta la comunicación que uno es capaz de entender, que la que es capaz de hablar.
¿Tuviste en el transcurso del viaje algún problema de comunicación?
Si, encontré algún problemilla de comunicación, no a nivel logístico, ni a los problemas que supongo que te refieres, en absoluto. No hubo problemas idiomáticos (¿se dice así?), pero si por falta de predisposición, cuando el interlocutor no quiere comunicarse. No atiende, ni entiende, generalmente porque no le da la gana. He de decir que esto solo me pasó en Asia. Y también cuando te topas con interlocutores que quieren comunicarse y es a ti a quien no le apetece. Antes todavía me costaba un poco decirle a alguien: "Perdona, me gustaría estar en silencio" o "Disculpa, ¿podrías callar un rato?" (hay gente que habla demasiado, conversaciones pobres y generalmente en los momentos que menos te apetece). Esto me pasó sobre todo en
¿Cómo aconsejas hacerla, en compañía o en solitario? ¿Cómo la hiciste tú?Yo la hice en solitario, así que claro, ahora tendría que hacerla en compañía para poder responder esta pregunta. Supongo que eso va en la persona o personas. Durante el viaje pensé que si estuviera con mi chico, algún amigo/a o mis padres, lo habría pasado mal en algunos momentos, por lo que eso te limita la libertad personal. Pero hubo otros momentos en los que me habría encantado disfrutar en su compañía, o mejor dicho, que ellos pudieran también disfrutar de aquella maravilla que yo estaba viviendo. Aunque ambas situaciones han sido "solo momentos". A mi me encanta viajar sola, y siempre recomiendo que se haga, al menos una vez en la vida, para vivir la experiencia, extractar el aprendizaje y poder decidir si te gusta o no viajar contigo mismo. Pero una vuelta al mundo de un año es diferente, no sabría qué decirte.
¿Cómo llevaste tu equipaje, en mochila, en maleta o hiciste uso de ambos?Mochila y, sinceramente, cuanto más pequeña mejor. Por flexibilidad en todos los aspectos y especialmente porque te deja las manos libres y hace de "guardaespaldas". Pero también por filosofía, te aseguro que en un chapas de Mozambique no pega lo más mínimo una Sansonite nueva.. Es curioso que, a lo largo del viaje mi mochila estaba cada vez más pequeña y vacía de “trastos”. De hecho más de una vez he renegado de ella, y no por el peso o el bulto, sino por su innecesariedad. Y he de decir, desde el punto de vista profesional y terapéutico, que una mochila
NO te destroza la espalda, y menos las que fabrican actualmente. Es la persona, por no hacer una buena elección, por no saber ponérsela (o no querer, que también los hay vagos hasta para eso), por sobrecargarla o mal-cargarla, y un millón de motivos más, la que se auto-destroza la espalda y más, es decir, es el mal uso y no el elemento usado.
¿Qué cosas incluirías como imprescindibles en el equipaje?Incluiría, mente abierta, capacidad de adaptación, ingenuidad y un poco de picardía (que no hay que ser tonto). Ganas de aprender, de beberte el mundo, de “jugar”, a las pelis, al pictionari, al regateo y la negociación. Pero también a jugar literalmente, como una niña: hacer castillos de arena en la playa, chapotear en los charcos, cantar y bailar bajo la lluvia, tirarse rodando por una duna de arena, inventar constelaciones cuando observamos las estrellas, adivinar formas en las nubes, buscar el dragón en un lago, encontrar gnomos en el bosque… Y, en el aspecto más realista, mal que me pese, el pasaporte. Alguno pensará ¿y la pasta qué? En mi caso, aunque pienso que vale para cualquiera, ni siquiera eso me parece imprescindible, te puedes ir ganando la vida por ahí. Es cierto que por mi profesión para mi es más fácil, porque tanto el conocimiento como las herramientas de trabajo, los llevo puestos, pero poderse, lo que se dice poderse, cualquiera puede, porque querer es poder.
¿Cuál fue el itinerario y la duración de tu Vuelta al Mundo? ¿Fue suficiente, corta o excesiva?Vamos por partes que hay tres preguntas en una.
Antes de partir parecía eterna, especialmente a la gente que me rodea. Durante el viaje parecía suficiente, aunque poco antes de regresar me resultaba más que suficiente. Incluso a día de hoy, cuatro meses tras mi regreso, sigo considerando que es suficiente. Pero supongo que dentro de no mucho, me parecerá demasiado corta.
La duración, exactamente, 342 días, es decir un año completo menos la Navidad, que esa si que no la perdono.
Para el itinerario os he reservado algo muy chulo, así en exclusiva, porque vosotros lo merecéis.
Primero un resumen:
En África, el cono sur (Sudáfrica, Swazilandia, Mozambique, Tanzania, Zambia, Zimbawe (solo para las cataratas Victoria), Botswana, y Namibia). Son lugres más inaccesibles en viajes vacacionales por el coste de los vuelos y las largas distancias, y tienen muchas de esas maravillas que siempre soñé visitar.
En Oceanía, solo estuve 10 días en Sidney (Australia). Podría considerarse un mero tránsito.
En Asia, India decidió ponérmelo difícil (porque soy un poco cabezota). No tenía ni idea, así que fue todo más o menos imprevisto, digamos tejido sobre la marcha. Entré por Tailandia, que se ha convertido oficialmente en "la puerta de Asia", y pasé por Laos, Camboya, Vietnam, China, Pakistán y por fin llegué a India y, entre otras cosas, gracias a uno de tus comentarios en mi blog, me emocioné ante el Taj Majal.
En Sudamérica lo tenía bastante claro por las conexiones de los grandes vuelos y porque siempre intento hacer las rutas en círculo para no desandar camino. Entré por Chile (Santiago), subí hasta el sur de Bolivia, recorrí gran parte de Argentina, para terminar de nuevo con lo que faltaba de Chile.
Y la novedad es que, hasta donde llegan mis fuentes investigadoras, soy la primera mujer en geolocalizar una vuelta al mundo completa, y eso, lo queramos o no, mola... mucho.
He aquí el mapita que podéis ver, si hacéis click sobre él, un poco más grande en www.wikiloc.com y en Google Earth (el que lo tenga instalado), porque esa web te da la opción. Claro, puedes imaginar que para mi es chulísimo reproducir mi viaje a vista de satélite. He marcado los lugares maravillosos más destacables, aunque esta opción está limitada a 25 y puedo asegurar y aseguro que hubo más, bastantes más, pero os he elegido estos que en este momento pasan a ser "los 25 grandes de mi vuelta al mundo".
¿Eres partidaria de un viaje RTW con vuelos y rutas programadas o mejor improvisar sobre la marcha ?
Creo que eso depende del tipo de viaje que se quiera hacer, es decir, si la meta es "dar la vuelta al mundo", mejor un billete RTW que te "obligue" o "condicione" a hacerlo. Ya te he comentado que mi ilusión sería salir sin rumbo, sin fecha de retorno y dejarme llevar, con lo que un billete RTW sería inviable. En líneas generales me resultaría mejor sobre la marcha. Un billete no deja de ser una atadura, que además guía tus pasos en función de lo que pensabas en casa antes de salir. Sobre la ruta todo cambia y muchas veces, lo que comienza siendo una vuelta al mundo, podría fácilmente convertirse en un viaje de ida y vuelta sin circunvalar el globo, o viceversa. Sin el dichoso billete, mi viaje seguramente habría sido diferente, habría cambiado el itinerario y habría durado probablemente más tiempo. A mi me ha limitado mucho y me ha supuesto un gasto extra en otros vuelos que, por tema de millas, no pude incluir en el RTW.
¿Qué lugar del mundo te fascinó?
Me resulta extremadamente difícil decantarme solo por uno, de hecho me ha costado bastante reducirlos a los 25 que os he dejado reflejados en el mapa del itinerario. Así, por nombrar algunos de los más super-especiales: La isla de Rolas, Cataratas Victoria, el desierto de Gobi, el desierto de Taklamakan, el lago Karakul, la región de Atacama, el altiplano Boliviano, la zona de los glaciares en Chile y Argentina… En cualquier caso, no me fascinaron tanto los lugares en sí mismos, como las sensaciones y vivencias que pude experimentar en ellos. Concretando, lugares de naturaleza abrupta, como ves me da igual un desierto, una selva, una isla o un glaciar, lo que me gusta es la naturaleza natural (no la perturbada) y, sobre todo, solitarios, lugares en los que es realmente sencillo encontrarte tan solo contigo mismo.
¿Te has propuesto volver a visitarlo?
No soy amiga de repetir lugares, el mundo es enorme y me encantaría conocerlo ¿todo? Me cuesta repetir y solo lo he hecho, hasta ahora, con un país, Egipto, y porque fueron dos viajes completamente diferentes (aunque creo que volveré); Con una provincia: Galicia, a la que siempre volveré; Y con una ciudad: París, por circunstancias de la vida.
Por otro lado está aquello de “nunca digas, nunca jamás”. Hay países a los que yo jamás volvería en las mismas condiciones, pero son ideales, por ejemplo, para llevar a la familia, aunque suene contradictorio. Es decir, son países vacacionales, bonitos geográficamente pero desagradables para viajar de verdad.
No, no soy partidaria de repetir destino, pienso que cada rincón del mundo tiene algo por descubrir, pero si alguna vez me pierdo, seguro que será en alguno de los mencionados o en un lugar parecido (aislado). Ahora viene aquello de: "Yo, de mayor, quiero ser ermitaña".
Lo que si tengo bastante claro es lo que no quiero, y por tanto no volvería ni loca a un país donde me han tratado mal, me han discriminado, o donde he pasado suficiente tiempo y he conocido todo lo relevante que tiene.
¿Qué gente maravillosa se cruzó en tu camino y ha quedado en tu recuerdo para siempre?
Pues tengo que puntualizar, mira que soy puntillosa (pensando en alto). Considero que todos y cada uno de los seres humanos, somos diferentes y, por tanto, todos y cada uno tenemos algo que nos convierte en un ser especial, y en consecuencia, muy probablemente, una persona maravillosa, por esa característica, igualmente maravillosa, que nos diferencia. Además todos tenemos nuestra cara maravillosa y nuestra cara malévola, para mostrarlas cuando queramos.
Por otro lado me gusta observar y escuchar intentando siempre extractar el aprendizaje de cada situación, reacción, gesto, palabra, actitud, etc. Vamos, que pienso que cada segundo de vida nos está modelando en algún sentido. Y no es que me pase el día analizando, mi inconsciente se acostumbró a hacerlo en alguna parte del camino y ahora sale todo de forma automática.
Con estas premisas, te cuento que son muchas las personas a las que no olvidaré, posiblemente nunca, al menos hasta que aparezca el hombre ese "robamemorias", que espero tarde mucho. Pero han sido muy pocas las personas realmente maravillosas (siempre en mi opinión) que me he encontrado. Además debemos tener en cuenta, creo que no es ningún secreto, que iba un poco huyendo de "la gente", intentando "esquivar" relacionarme con personas, lo que considero que reduce la lista considerablemente.
Como curiosidad te diré que las tres personas maravillosas que me calaron profundo, fueron tres de esas con las que no medié palabra alguna, o muy pocas como el primer caso. El Sr. Li. Hombre del desierto con el que pasé dos días de travesía a camello por las enormes dunas del Gobi. Creo que intercambiamos unas 4 o 5 palabras. El Rabino, como yo le he bautizado, porque me quedé sin saber su nombre. Es otro hombre del desierto, en este caso el Taklamakan, al oeste de China. Con este no crucé ni media palabra. Y por último Heidi, ops perdón, Atila, su nombre es Atila, pero es una calcomanía de Heidi en muchos aspectos. Esta niña vive en la orilla del lago Karakul, en una yurta con toda su familia (4 generaciones), pastorea 4 ovejas negras y ahora espero que a mi cabra Takim también, y es asombrosamente (o lógicamente) feliz. En los tres casos son personas que desbordan, por cada poro de su piel, plenitud, paz interior y felicidad que, por supuesto, transmiten.
¿Qué comida, alimento o fruta te llamó la atención por lo sabrosa que era o por la repugnancia que te producía?
Por exquisitos, las piñas de África y los lichis y el rambutan en Asia. Ya se que el tema lichis no es ninguna novedad, ya los conocía de España, pero no los conocía en estado natural y me sorprendió muy gratamente su sabor, en ambos casos. También está delicioso el pescado y marisco en Chile; buena materia prima y buena y variada cocina. Ah!! Y los mangos de Asia también, me he acordado por los deliciosos zumos de frutas naturales que preparan.
Repugnante, ahora mismo, no recuerdo nada. No puedo decir que el Duriam es repugnante porque no llegué a probarlo, solo se que tiene un olor pestilente. Y luego, cualquier cosa cocinada con el bendito aceite de palma, aderezada con litros de salsa de soja, o con la "famosa" salsa de pescado vietnamita. O mejor todavía, con esas tres cosas simultáneamente. ¿Qué te parece un micropollo frito en aceite de palma y regado (antes de servirlo) en salsa de pescado? Pues eso mismo, y por si fuera poco te ponen la salsa de soja para que lo embadurnes bien, no sea que te resulte soso. No me parece repugnante pero si suficientemente desagradable como para que se te quite el hambre.
¿Qué hecho social te impactó mas en tu viaje RTW?
La filosofía con respecto a la naturaleza que tienen en Africa (creo que del Sahara hacia el sur). Allí, el que está de más es el ser humano, que tendría que pasar el día dando gracias por disponer de una carretera asfaltada que altera la vida de los animales. Tener un accidente con cualquier animal, en el que este resulte herido o muerto, tiene unas penas impresionantes (para nosotros claro) y mayores que si la víctima es una persona.
Encontrarme testigos de Jehová en los lugares más inhóspitos e inesperados, repartidos por los 5 continentes.
La forma de trabajar en equipo en Asia, especialmente en Vietnam y Camboya. Pareciera que continúan en guerra con el resto del mundo y saben que "la unión hace la fuerza".
Lo maquiavélicos, herméticos y falsos que son los vietnamitas. ¡¡Ojo!! Tengo que aclarar que yo los he conocido intentando viajar (no de turisteo) y en plena temporada alta.
Corroborar que China, no solo es primera potencia mundial, sino que hace ya tiempo, y sin habernos enterado ninguno de todos los demás, es el "dueño" del mundo. Y que es así precisamente porque trabajan en equipo y "a la chita callando". Solo les falta hacerse con el mundo musulmán, el resto ya lo tienen invadido. No obstante pienso que, en esa lucha, los musulmanes no tienen nada que hacer, porque van a las bravas, con lo que siempre se les ve venir. Todo el mundo sabe si los musulmanes están cabreados, pero se desconoce siempre el estado de ánimo del mundo chino. Mientras el musulmán está "metiendo miedo" desde fuera, el chino ya se ha colado hasta la cocina.
La discriminación y el racismo a nivel mundial. He sido discriminada por raza, nacionalidad, género, complexión física... por ser turista y hasta por ser mochilera. Especialmente en Vietnam y China donde me han cerrado las puertas en restaurantes, hoteles, trenes y autobuses. Sencillamente "no admiten extranjeros!", es lo que te dicen. Ni pagando más, que ya es otro tipo de discriminación.
Seguro que me dejo más de un hecho social que llamó mi atención en el tintero.
Nota: Las fotos son una cortesía de la entrevistada.