- Vuelo a Bogotá y San Andrés. Isla de San Andrés, cultura e idioma. Cómo moverse por Isla de San Andrés.
En Abril del 2001, aprovechando las vacaciones de Semana Santa, partíamos con gran ilusión para visitar Colombia. El viaje lo realizamos con el mayorista Travelplan, que entonces realizaba este combinado de San Andrés y Cartagena de Indias. Todavía no había sido adquirido por Globalia, así que no disponía de compañía aérea propia como ahora y volamos en un vuelo regular de Avianca. Esta compañía aérea es la mas antigua de América y la tercera del mundo. Los asientos (sillas) se pueden reservar con antelación en el momento de realizar la compra del billete a través de internet. Los asientos del lado izquierdo del avión son los ideales para ver la costa de Isla de San Andrés al llegar.
Lo hicimos en un Boeing-767, pero ahora Avianca viaja diariamente de Madrid a Bogotá en vuelo directo AV-11 con modernos aviones Airbús-330 que adquirió recientemente. En aquel tiempo partía por la mañana, pero ahora tiene la salida de Barajas a las 16:25 h., y la llegada a las 20:00, hora local, total diez horas y media de vuelo. El mostrador de facturación se encuentra en la Terminal T4, nivel 2, mostrador 960.
Bogotá está unida con la Isla de San Andrés con tres vuelos diarios en Airbus-320 , con una duración de 2 horas, nosotros lo hicimos en un Fokker-100 de la compañía SAM que todavía sigue operativo en el vuelo AV-9780. Como llegamos al mediodía al aeropuerto de El Dorado de Bogotá, debimos esperar varias horas hasta hacer la conexión hacia “las islas”, como llaman allí al archipiélago de San Andrés y la Providencia.
Intentamos aprovechar ese tiempo muerto para visitar Bogotá, pero no conseguimos conectar telefónicamente con un amigo español, al final pudo mas la fama de insegura que tiene esta capital que el deseo por conocerla. Tal vez sea solamente un mito, pero nos han contado experiencias desagradables, como que al meter las maletas en el taxis y haya salido éste a toda marcha sin darte tiempo a subir o que pueden robarte con un arma en plena calle. Otra vez será, últimamente el país esta dando grandes pasos en las medidas de seguridad.
Isla de San Andrés
Llegamos al Aeropuerto de San Andrés, ya de noche. El aeropuerto se encuentra en el Norte de la isla y dentro de la ciudad de San Andrés (North End). Debes pagar una tasa turística de entrada de 12 dólares. No hay transporte público por lo que se debe tomar un taxis que aguardan a la salida y negociar el precio porque no tienen taxímetro. A nosotros nos recogieron ya que estaba incluido en el viaje organizado, el precio hasta los hoteles de San Andrés suele costar 5 dólares (10.000 pesos) y a nuestro Hotel Decamerón en la zona de San Luis, 13 dólares .
Para moverse por la isla se puede utilizar un autobús (“chiva “) o un trenecito (“trencito”) tirado por un tractor que circulan por la carretera que rodea la isla, por lo que puedes tomarlo en cualquier sentido, ya que dando mayor o menor rodeo, terminan llevándote siempre a tu destino. ¡Cuidado!, estos medios de transporte dejan de circular a las 6 de la tarde. A nosotros nos ocurrió, que fuimos a donar zapatos y material escolar a la parroquia y nos quedamos a los oficios de la Semana Santa, pero estos se alargaron. A la salida, cuando íbamos a parar un taxis, nos dimos cuenta que habíamos entregado todo el dinero de limosna y no disponíamos de lo suficiente para volver al hotel, mientras preocupados decidíamos qué íbamos hacer, apareció un autobús amarillo, tipo bus escolar americano, con un rótulo luminoso: DIOS ES NUESTRA SALVACIÓN. La gente comenzó a subir, pregunté al conductor si iba dirección a San Luis y si nos permitía subir. Muy amablemente nos dijo que ese era su trabajo: Devolver a los parroquianos a sus casas. Al unísono, leímos nuevamente el título del rótulo, nos miramos y nos pusimos a reír. Luego nos contaron que todos las confesiones religiosas, en especial las protestantes bautistas muy arraigadas en la isla, ponen este tipo de vehículos al servicio de sus creyentes.
La Isla de San Andrés es una formación coralina con forma de caballito de mar, situada en la tercera barrera de corales mas grande el mundo, declarada Reserva Mundial de la Biosfera.
Se encuentra en el Mar Caribe, nada menos que a 775 km de Colombia continental y a sólo 191 de las costas de Nicaragua.
Superpoblada, con unos 60.000 habitantes en a penas 26 Km2 de extensión y como todas las islas pequeñas que no pueden autoabastecerse, han quedado al vaivén histórico de otras naciones. Así, la Isla de San Andrés descubierta por Colón, en 1510 la incluyen a la audiencia de Panamá, en el 1544 formó parte de la capitanía de Guatemala, en 1563 nuevamente a Panamá, después es tomada por piratas ingleses y holandeses entre ellos los famosos Francis Drake y Henry Morgan, hasta que es recuperada nuevamente por España. En el 1803, estas islas son puestas bajo la dependencia del Virreinato de Santa Fe (Colombia) y basándose en este último hecho, es reclamado el territorio por Colombia en 1822, que pone por primera vez su bandera colombiana y lo declara territorio nacional.
Aunque la población de estas islas es una amalgama de culturas, predomina las costumbres jamaicanas traídas por los esclavos negros para trabajar los campos de cocoteros, antes su principal fuente de ingresos, ahora es el turismo. Para hacerte una idea de la importancia de esa primera actividad puedes visitar el Museo del Coco.
Los nativos de la isla (“raizales”), aunque hablan español, mantiene su idioma caribean english, un inglés mal aprendido de sus amos, mezclado de vocablos africanos, españoles y caribeños. Los toponimios conservan la denominación inglesa.
Su carácter, como el de todos los caribeños, es alegre, cordial, bullicioso, desenfadado, informal...lo que junto a sus estupendas playas de arena blanca y sus aguas multicolores protegidas por los arrecifes coralinos, convierten a la isla en un paraíso para vacaciones, bucear y practicar deportes marinos.