- Visita a la Gran Barrera de Corales. Excursión a Gren Island con Big Cat. ómo moverse en Cairns. Visita al Cairns Tropical Zoo por libre.
¿Quién no ha visto algún documental o leído sobre la Gran Barrera de Corales?, dicen que su colorido esmeralda es visible desde el espacio. Con gran ilusión salimos en el “Big Cat”, un gran catamarán hacia Green Island (Isla verde), un cayo coralino que goza de fama mundial como paraíso tropical.
Lo primero que hicimos fue darnos un baño en las cálidas y cristalinas aguas y tomar el sol en su magnífica playa de arena blanca. Después paseamos por una senda ecológica bien señalizada y con explicaciones en varios idiomas entre ellos el español, escritos en unos ingeniosos rodillos.
Toda la isla es un parque Nacional con un hotel en el centro. Nos llamó la atención que las aves salvajes se dejaran acercar casi hasta tocarlas.
Al mediodía regresamos al barco para comer. Después llegó el momento de conocer los arrecifes de corales. Se podía elegir entre snorkel (con gafas y tubo) o pasear en un bote con casco de cristal, nosotros elegimos lo último. Yo soy aficionado al submarinismo y conozco bien varios arrecifes del Caribe, pero los de aquí sobrepasan en mucho a todo lo conocido. Las praderas marinas son una explosión de color y vida, vimos peces de todos los colores y formas, almejas gigantes, caracolas, estrellas de mar, rayas, anémonas y hasta una tortuga. Algo increíble, hasta el tiempo nos acompañó con un día soleado que ayudaba a la visibilidad. Al final del día regresamos.
Al día siguiente apareció nuevamente la lluvia, que lo hizo intermitentemente durante todo el día, pero debíamos conocer la fauna australiana, así que tomamos un autobús público de SunBus y nos dirigimos hacia el Norte de la región para visitar el Cairns Tropical Zoo.
En el trayecto vimos por primera vez canguros en el campo pastando entre vacas, luego en el zoo tuvimos la oportunidad de darles de comer a estos y a unas turistas japonesas, Rika y Yuri, que ingenuamente les hicimos el cumplido español “¿Gustan?” y nos sorprendieron aceptando.
Después de comer, ¡mejor medio comer! ya que compartimos nuestra comida, pasamos el resto del día entre la fauna australiana, los mimados koalas y los shows de cocodrilos, serpientes y aves rapaces.
Para volver, sorprendimos a un dicharachero conductor, al elegir en vez del autobús exprés, uno lento que nos paseo por interminables lugares rurales antes de llegar a Cairns.
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